Apuntes
para el balance
del
paro contra la reforma del “Sistema General de Participaciones”
ELEMENTOS POSITIVOS Y FACILITADORES.
La coincidencia con aprobación
del Plan de Desarrollo y sus medidas contra la universidad facilitó la masiva
presencia de estudiantes universitarios.
La presencia multitudinaria de estudiantes
universitarios se vio sobre todo en la marcha del 23 de mayo.
El accionar de los estudiantes de
secundaria se apreció magníficamente el 8 junio y en las características de
diversas tomas de colegios.
El desacuerdo de gobernadores y
alcaldes con la medida le dio estímulo a la lucha y facilitó que muchos
reflexionaran sobre los alcances negativos del proyecto gubernamental.
La presencia del polo en el
congreso fue de gran ayuda esclarecedora y enorme motivante para la acción.
La opinión pública fue conmovida
por la magnitud de la protesta, el accionar esclarecedor de los diversos
sectores afectados y por la inevitable presencia del asunto y de la protesta en
los medios.
Toma Autopista del Sur durante 10
horas por parte principalmente de estudiantes de primaria y bachillerado,
evidencia uno de los sitios neurálgicos de la ciudad y la espontánea valiosa
participación de la gente, cuando entiende la esencia de la lucha.
Las masivas movilizaciones del 23
y el 30 de mayo mostraron una posibilidad de más contundencia que un paro
nacional indefinido del magisterio.
Las tradicionales caminatas desde
las regiones con miras a las tomas de las ciudades capitales continúan teniendo
importante valor motivacional y propagandístico.
La marcha de antorchas sigue
siendo una de las expresiones más atractivas de los colegios nocturnos.
La magnitud de la protesta ayudó
a quitarle un poco piso a Uribe, pues el estudiantado y algunos sectores de
adultos se sacudieron un poco del sopor en que se ha mantenido a la nación en
los últimos años.
En un momento fue propicio para
enfrentar al régimen por dificultades de índole nacional e internacional que
atravesaba.
En el caso de Bogotá el apoyo de
la administración distrital fue de gran ayuda.
Suspensión del paro en un momento
en que la magnitud del cese no era el mejor y se podía dar un decrecimiento aún
mayor, fue una salida hábil de la dirección sindical.
ASPECTOS PREOCUPANTES
Faltó preparación por parte de
las organizaciones sindicales.
En Bogotá no se sabía de
estadísticas ciertas ni siquiera en la dirección, lo deja mucho que decir de
una buena labor directiva.
En Bogotá el manejo de los circuitos
no deja bien parada a la Junta Directiva.
Falto dar más elementos esclarecedores
a los docentes para mejor trabajo entre estudiantes y padres de familia.
Inicialmente la participación de
padres de familia fue mucho menor que en el 2001.
Es bastante preocupante la mínima
cantidad de magisterio en paro, lo cual debe ser objeto de cuidadoso estudio
y de medidas bien direccionadas.
No debe olvidarse que cuando se
abusa de una forma de lucha, como el Paro indefinido por ejemplo, las bases
simple y llanamente pueden no responder.
La fecha para la última
movilización evidenció un desconocimiento de los tiempos entre debates o falta de previsión en las
posibles jugadas del contrincante.
La estructura organizativa de la ADE
ha hecho de crisis y urgen las importantes reformas que los 50 años de vida y
las nuevas realidades exigen. Tales como un mayor número de directivos, la
organización y funcionamiento con todo lo necesario de los Comandos locales o
Comités sindicales de localidad. La forma de elección y exigencia de los delegados
a la asamblea distrital. El énfasis mayor en la educación y formación sindical
pertinente y masiva.
Si bien era cierto el cese de
labores no era alto y ello justificada la suspensión del paro, no podía dejarse
de lado que ese no era el bastión central de la protesta y que su contundencia
tenía que medirse con otros elementos: la opinión pública, las diferencias en
el congreso, las dificultades del gobierno, el apoyo abierto o soterrado de
diversas gobernaciones y alcaldías, y en especial las multitudinarias
movilizaciones. Por ello cundo después de de la enorme movilización del 30 no
se justificaba decir en los medios que se podría estar satisfecho con un
crecimiento de la inflación más un 4 puntos, pues esa fórmula ante los ojos de
cualquiera estaba demasiado cerca de la que se estaba manejando en el congreso.
A sabiendas de que el objetivo de
la lucha era impedir que pasara el proyecto del gobierno de reformar el
“Sistema General de Participaciones” no da buena impresión que la dirección
expresara públicamente que una fórmula de inflación más 6 puntos, pues esa
fórmula dista mucho del objetivo, diferente es que en el transcurso de las
conversaciones o si hay negociación, uno pueda ceder algo dependiendo de las circunstancias.
PROYECCION
La principal indudablemente es seguir en la lucha para echar atrás la
reforma al SGP aprobada en junio del 2007, con miras a que los recursos del
sistema aumenten con base en el crecimiento de los “Ingresos Corrientes” de la
nación y con ello se incremente notablemente el monto de la inversión social.
Al respecto hay que estudiar las diversas posibilidades de éxito en esa
brega.
Para ello, en primer lugar debemos interiorizar que la pelea no termina
en con una reforma constitucional o una ley, pues las leyes se pueden rehacer
para beneficio del pueblo e incluso es factible elaborar constituciones más
progresistas, y más aún, los pueblos pueden cambiar los regímenes y sistemas
que los perjudican y erigir los que consideren convenientes.
Es cierto que hemos sido derrotados en el Congreso, pero que tal si
trasladamos la lucha a un terreno que nos sea más favorable: en las calles, por
ejemplo, demostramos que el régimen no las tiene todas consigo; ¿qué tal si nos
le medimos a un referendo? ¿Acaso no derrotamos a Uribe en todo su esplendor en
ese campo de batalla?
Si nos decidimos por el referendo, se requiere que todos nos documentemos
mejor sobre el problema, con miras a incrementar nuestra capacidad de
persuasión.
Es necesario hacer trabajo sindical pedagógico tanto a nivel nacional
como local, para demostrar a partir de las cifras lo que se pierde en
cobertura, numero de maestros, infraestructura y demás rubros de inversión en
educación, salud y saneamiento básico, pues con suficientes elementos la gente
misma se convence de la gravedad situación.
Otras tareas tienen que ver con
la necesaria adecuación de las organizaciones sindicales para la lucha, como el
cambio en muchas prácticas sindicales y la indispensable Reforma Estatutaria de
la ADE, con miras a poner a tono sus normas de vida interna con los nuevos
tiempos y a democratizar mejor la vida sindical.
Síntesis del
intercambio realizado por el “COLECTIVO
PAULO FREIRE”
Bogotá, DC. Junio de
2007
No hay comentarios.:
Publicar un comentario