DOCUMENTO ANÁLISIS PLAN
SECTORIAL DE EDUCACIÓN
Elaborado por Jorge Enrique Laverde Herrera: Presidente electo de
Presentado en el
Seminario realizado por la SED
con los sindicatos y organizaciones cooperativas del magisterio el 27 de
octubre de 2008
El
presente documento es resultado del análisis realizado en varios eventos dentro
del desarrollo del Foro Educativo Distrital producto de la reflexión hecha a
partir de 32 años de vida como docente de primaria en todos sus grados, como
Director de Básica Primaria y Rector en los últimos doce años con una
proyección hacia una transformación profunda de la educación bogotana y
colombiana, también recogiendo algunas opiniones de otros directivos de la ADE.
El
Plan Sectorial de Educación, Programa Educación de Calidad par vivir mejor,
como parte del Plan de Desarrollo Distrital Bogotá Positiva para vivir mejor
2008-2012, con sus siete proyectos y nueve metas y acciones del proyecto
transformaciones pedagógicas para la calidad ha sido aprobado y se viene ejecutando
por la administración Distrital a partir del segundo semestre de 2008.
Ante
el quiero manifestar algunas opiniones: El plan persigue la calidad educativa y
acá debemos referirnos a este concepto sin antes plantear que lo primero que se
debe tener claro es desde qué concepción filosófica se plantea la educación,
qué tipo de educación se requiere, para qué tipo de sociedad, qué tipo de
hombre se requiere formar, con qué tipo de escuela, con qué tipo de formación?
Pretendemos una transformación profunda de la educación, de la escuela, hacia
una sociedad diferente o para mejorar las condiciones de vida en el marco de
una sociedad capitalista para avanzar hacia una sociedad más democrática?. El
gobierno de Bogotá es un gobierno alternativo, no de izquierda, debe accionar
en el marco del capitalismo impuesto en Colombia, por lo tanto su proyecto
educativo corresponde a este marco dentro de una política nacional. Lo cual no
significa que no se abra la discusión de un proyecto educativo hacia la
construcción de una nueva sociedad que avance hacia el bienestar del pueblo y
no de unos pocos ricos.
La
calidad tiene una concepción de
clase social. Para el neoliberalismo calidad es equivalente a la elaboración de
un producto luego de realizar un proceso
en el cual se invirtieron unos insumos, producto que debe elaborarse mediante
un trabajo eficiente, eficaz y que debe ser competente en el mercado
capitalista: la calidad se mide por los resultados de las pruebas de Estado,
por las competencias demostradas en el desempeño de los estudiantes en ciertos
momentos definidos como prueba de la adquisición de unos estándares impuestos
desde arriba. La calidad de educación en el Plan Sectorial de Educación como
parte del Plan de Desarrollo “Bogotá positiva para vivir mejor” ha planteado la
calidad como un sistema complejo de formación integral y permanente que
requiere afianzar el ámbito de las condiciones materiales y los factores
asociados como la infraestructura, la dotación, la alimentación, la gratuidad,
el transporte, entre otros; pero, también requiere la adaptación de las
condiciones pedagógicas: currículo, metodología, tecnología, etc.
Desde
otro punto de vista, considero que la calidad debe tener en cuenta el tipo de
conocimientos que requiere la población bogotana y éstos no pueden ser de bajo
perfil ni los mínimos exigidos por una sociedad capitalista que pretende formar
mano de obra barata con el argumento de que todo el mundo no debe aprender de
todo sino lo más necesario; por el contrario, considero que los hijos del
pueblo requieren una cantidad de conocimientos de alto contenido científico,
tecnológico (no meramente técnico), filosófico, político que conlleve a la
aplicación de una pedagogía crítica que forme jóvenes con pensamiento crítico
que actúen en la sociedad hacia una transformación social que beneficie a la
mayoría y no solo a una casta privilegiada. Si este es un gobierno alternativo
debe formar una población diferente a través del sistema educativo, no se puede
quedar en darle algunas herramientas para la vida sino permitirle conocer otra
posibilidad de sociedad más justa y democrática por la cual luchar.
El
debate sobre la calidad educativa requerida debe estar abierto a todos los
interesados en la educación bogotana: universidades, sindicatos, gremios, jóvenes,
padres de familia, etc, para lo cual se requiere realizar diferentes
actividades de discusión y debate al respecto; la Secretaría de Educación
está en la obligación de convocar a todos estos para este debate.
Partiendo
de considerar que el plan sectorial corresponde a la realidad política de
Bogotá y reconociendo que podría avanzarse un poco más, comparto que la mayoría
de las llamadas herramientas para la vida aportan a mejorar la calidad
educativa y pueden ser beneficiosas para la población estudiantil de la
capital, podemos apoyar su desarrollo pero, llamando la atención a la Secretaría de Educación
que la falla fundamental está en el modo como se aplica, porque falta claridad
en quienes difunden éstas, no se permite la participación democrática de todos
los actores del proceso, se pretende por muchos docentes directivos imponer sin
el debido análisis, debate y definición, todo esto genera la lógica resistencia
de los docentes, el rechazo a la antidemocracia y el poco avance de los procesos.
Se
plantea la reorganización de la enseñanza por ciclos y periodos académicos,
para lo cual no se ha dado la suficiente claridad de lo que implica esta
reestructuración y sin el debido debate se impone en los colegios. Se conoce
que los ciclos se han trabajado en países como Francia, Chile, Cuba, entre
otros, pero, que también vienen siendo cuestionados en los mismos.
Comparto
que los ciclos actuales definidos en la Ley
General de Educación son muy largos y no corresponden a unos
grupos de grados con edades de los niños y de desarrollo del pensamiento más
cercanas y con características similares; tal vez los cinco ciclos tengan más
lógica que los existentes pero, creo, a diferencia de lo manifestado por varios
funcionarios de la
Secretaría de Educación, que no sólo se requieren cambios de
contenidos, metodologías, tipos de
evaluación, sino que se requieren cambios más profundos que conllevarían la
modificación de la ley general, por ejemplo, en las áreas obligatorias: en el
primer ciclo deberían ser máximo cuatro que integren la adquisición de los
primeros conocimientos relacionados con la formación de los lenguajes orales,
escritos, matemáticos y su relación con el mundo social y natural; en el ciclo
dos se pueden ampliar un poco más y en los siguientes se debe aumentar
gradualmente la especialización del conocimiento, el ciclo tres es de vital
importancia pues la ruptura que hoy se da al pasar de la Básica Primaria a la Básica secundaria es
mortal, los niños y niñas pasan de un mundo donde la relación es personal con
su profesor(a) papá(mamá) a un mundo donde cada área o asignatura es separada,
sin relación personal docente – estudiante, donde se fracciona el conocimiento
en mil pedazos sin mostrar la relación entre unos con otros; de uno, dos, tres
o cuatro docentes se pasa a doce o más donde para cada quien su asignatura es
la más importante y el estudiante debe responder a todos por igual y al final
viene la gran mortandad académica y se le echa la culpa a los docentes de primaria por la mala formación
de los estudiantes. Creo que los niños de 5º, 6º y 7º están en un ciclo de
edades y desarrollo similares y que deberían tener máximo unos seis docentes
que impartan formación en áreas integradas y que se dediquen a enseñar en este
ciclo, si no hay cambios profundos allí de nada servirá organizar este ciclo.
Por lo tanto reitero se requiere modificar la ley general en las áreas, en los
ciclos, en los parámetros de docentes, en los parámetros de estudiantes por
curso (máximo 25). Los ciclos no se deben imponer así no más, debe haber un
proceso de discusión previo y de experimentación antes de generalizarse; es
mejor parar un poco en el camino para reflexionar y luego si comenzar su
aplicación si de esto nos convencemos y entendemos cómo se va a aplicar.
Aquí
surgen muchas inquietudes que tienen los docentes y directivos docentes a los
cuales debe responder la administración distrital antes de arrancar con su
aplicación: ¿Se impone la promoción automática en varios grados?, ¿se pierde el
ciclo o el último grado del ciclo cuando no se logra el aprendizaje necesario
dentro del ciclo?, ¿qué pasa con los grados de jardín y prejardín?, ¿no es
conveniente que docentes de preescolar continúen con los grados primero y
segundo?, ¿si lo hacen, qué ocurre con el sobresueldo que tienen?, ¿cómo se
manejan las dimensiones y las áreas de acuerdo a la ley en el ciclo uno?, ¿si
en el ciclo dos se trabaja por proyectos qué pasa con las áreas?, ¿en el ciclo
tres no sería necesario trabajar con docentes de primaria y secundaria y los
parámetros cómo serían?, ¿se requeriría estar de sede en sede cuando está
separada la primaria del bachillerato?, ¿sería necesario estar en jornada
global donde funciona la primaria en una jornada y la secundaria en la
contraria?, ¿sólo se modifican contenidos y programas o formas de trabajo
pedagógico?, cómo se puede elaborar una propuesta de evaluación integral por
ciclos si estos no están claros en su concepción y aplicación?, ¿Existen
condiciones para semestralizar el quinto ciclo?, ¿funcionaría la repitencia de
asignaturas igual que en la universidad? ¿cómo se organizarían los grupos si la
repitencia los modifica semestralmente?
La
articulación de la media con la
educación superior es otro de los proyectos que merece una discusión
profunda porque ya genera malestar entre los maestros por la improvisación en
su aplicación, por la sobrecarga de trabajo que está generando, porque las
universidades están poniendo a los docentes a elaborar la propuesta de
articulación y no llevan una propuesta de acuerdo a los lineamientos que tenga
la secretaría, pregunto: ¿la secretaría si tiene claro cómo debe ser la articulación y ha elaborado una
teorización concreta discutida con las universidades contratistas o está sólo en
experimentación?, ¿cómo se están seleccionando los colegios que entrarán en
articulación?, ¿Se persigue formar técnicos, tecnólogos para que salgan a
laborar o dirigentes de los trabajadores para los procesos de cambio que
requiere la ciudad y el país?. Sólo menciono algunos de los interrogantes que
hay al respecto pero, merece más profundidad. Se debe tener en cuenta que la ADE ya se pronunció en cuanto a
que comparte la articulación pero, a partir de un proceso de participación
democrática de la comunidad de los colegios que la acojan y con la contratación
con las universidades estatales. Por otro lado, creo que la Administración Distrital
debe proyectar la construcción de otras sedes de la Universidad Distrital
en las localidades de la capital para ampliar las posibilidades de formación
universitaria a los bachilleres bogotanos que en su gran mayoría se quedan por
fuera de la educación superior.
La
evaluación integral se plantea para la reorganización escolar por ciclos y
periodos académicos pero, ya manifesté, falta claridad al respecto de esta meta
del plan sectorial y si se pretende que los colegios la formulen y diseñen no
es posible sin tener definido esto. Es necesario reformar el sistema actual de
evaluación basado en el Decreto 230 de 2002 pero, habría que ver si es posible
una propuesta distrital diferente a la ya definida a nivel nacional en el Foro
Educativo recien concluido. La discusión está en si se vuelve al pasado de
libertad en la definición de la promoción de los educandos en los distintos
grados o se amplía un poco más el porcentaje de no promoción; creo que debe
darse una reforma a la evaluación dando libertad a las instituciones para
apliquen la promoción en los diversos grados en forma flexible según el ciclo o
nivel y creando estímulos a quienes garanticen menores niveles de repitencia
pero sin desmejorar la calidad. Vuelve a ser válido aquí plantear la
disminución de los parámetros de estudiantes por curso y el aumento de los
parámetros de docentes por curso (por lo menos a 1.2 en primaria, 1.5 en
secundaria y 1.7 en la media) teniendo en cuenta que Bogotá a cumplido en
cobertura y ley le permite ampliar estos parámetros.
En
cuanto a las demás herramientas en desarrollo, al igual que las aquí
analizadas, se percibe mucha improvisación en su organización y desarrollo, en
el cómo se aplica. Es necesario que se deje el atropello de actividades que se
impone a los colegios y que éstas correspondan más con los proyectos de cada
uno de ellos.
La
intención de estas opiniones es que se mejore para que se obtengan mejores
efectos en la comunidad educativa y haya un convencimiento que se está actuando
bien y hacia verdaderas transformaciones educativas y aumente la credibilidad
en el gobierno del POLO y se pueda avanzar hacia una sociedad más democrática y
justa.
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