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sábado, 8 de junio de 2013

Análisis Plan Sectorial Educativo

DOCUMENTO ANÁLISIS PLAN SECTORIAL DE EDUCACIÓN


Elaborado por Jorge Enrique Laverde Herrera: Presidente electo de la ADE.
Presentado en el Seminario realizado por la SED con los sindicatos y organizaciones cooperativas del magisterio el 27 de octubre de 2008

El presente documento es resultado del análisis realizado en varios eventos dentro del desarrollo del Foro Educativo Distrital producto de la reflexión hecha a partir de 32 años de vida como docente de primaria en todos sus grados, como Director de Básica Primaria y Rector en los últimos doce años con una proyección hacia una transformación profunda de la educación bogotana y colombiana, también recogiendo algunas opiniones de otros directivos de la ADE.

El Plan Sectorial de Educación, Programa Educación de Calidad par vivir mejor, como parte del Plan de Desarrollo Distrital Bogotá Positiva para vivir mejor 2008-2012, con sus siete proyectos y nueve metas y acciones del proyecto transformaciones pedagógicas para la calidad ha sido aprobado y se viene ejecutando por la administración Distrital a partir del segundo semestre de 2008.

Ante el quiero manifestar algunas opiniones: El plan persigue la calidad educativa y acá debemos referirnos a este concepto sin antes plantear que lo primero que se debe tener claro es desde qué concepción filosófica se plantea la educación, qué tipo de educación se requiere, para qué tipo de sociedad, qué tipo de hombre se requiere formar, con qué tipo de escuela, con qué tipo de formación? Pretendemos una transformación profunda de la educación, de la escuela, hacia una sociedad diferente o para mejorar las condiciones de vida en el marco de una sociedad capitalista para avanzar hacia una sociedad más democrática?. El gobierno de Bogotá es un gobierno alternativo, no de izquierda, debe accionar en el marco del capitalismo impuesto en Colombia, por lo tanto su proyecto educativo corresponde a este marco dentro de una política nacional. Lo cual no significa que no se abra la discusión de un proyecto educativo hacia la construcción de una nueva sociedad que avance hacia el bienestar del pueblo y no de unos pocos ricos.

La calidad tiene una concepción de clase social. Para el neoliberalismo calidad es equivalente a la elaboración de un  producto luego de realizar un proceso en el cual se invirtieron unos insumos, producto que debe elaborarse mediante un trabajo eficiente, eficaz y que debe ser competente en el mercado capitalista: la calidad se mide por los resultados de las pruebas de Estado, por las competencias demostradas en el desempeño de los estudiantes en ciertos momentos definidos como prueba de la adquisición de unos estándares impuestos desde arriba. La calidad de educación en el Plan Sectorial de Educación como parte del Plan de Desarrollo “Bogotá positiva para vivir mejor” ha planteado la calidad como un sistema complejo de formación integral y permanente que requiere afianzar el ámbito de las condiciones materiales y los factores asociados como la infraestructura, la dotación, la alimentación, la gratuidad, el transporte, entre otros; pero, también requiere la adaptación de las condiciones pedagógicas: currículo, metodología, tecnología, etc.

Desde otro punto de vista, considero que la calidad debe tener en cuenta el tipo de conocimientos que requiere la población bogotana y éstos no pueden ser de bajo perfil ni los mínimos exigidos por una sociedad capitalista que pretende formar mano de obra barata con el argumento de que todo el mundo no debe aprender de todo sino lo más necesario; por el contrario, considero que los hijos del pueblo requieren una cantidad de conocimientos de alto contenido científico, tecnológico (no meramente técnico), filosófico, político que conlleve a la aplicación de una pedagogía crítica que forme jóvenes con pensamiento crítico que actúen en la sociedad hacia una transformación social que beneficie a la mayoría y no solo a una casta privilegiada. Si este es un gobierno alternativo debe formar una población diferente a través del sistema educativo, no se puede quedar en darle algunas herramientas para la vida sino permitirle conocer otra posibilidad de sociedad más justa y democrática por la cual luchar.

El debate sobre la calidad educativa requerida debe estar abierto a todos los interesados en la educación bogotana: universidades, sindicatos, gremios, jóvenes, padres de familia, etc, para lo cual se requiere realizar diferentes actividades de discusión y debate al respecto; la Secretaría de Educación está en la obligación de convocar a todos estos para este debate.

Partiendo de considerar que el plan sectorial corresponde a la realidad política de Bogotá y reconociendo que podría avanzarse un poco más, comparto que la mayoría de las llamadas herramientas para la vida aportan a mejorar la calidad educativa y pueden ser beneficiosas para la población estudiantil de la capital, podemos apoyar su desarrollo pero, llamando la atención a la Secretaría de Educación que la falla fundamental está en el modo como se aplica, porque falta claridad en quienes difunden éstas, no se permite la participación democrática de todos los actores del proceso, se pretende por muchos docentes directivos imponer sin el debido análisis, debate y definición, todo esto genera la lógica resistencia de los docentes, el rechazo a la antidemocracia y el poco avance de los procesos.

Se plantea la reorganización de la enseñanza por ciclos y periodos académicos,  para lo cual no se ha dado la suficiente claridad de lo que implica esta reestructuración y sin el debido debate se impone en los colegios. Se conoce que los ciclos se han trabajado en países como Francia, Chile, Cuba, entre otros, pero, que también vienen siendo cuestionados en los mismos.

Comparto que los ciclos actuales definidos en la Ley General de Educación son muy largos y no corresponden a unos grupos de grados con edades de los niños y de desarrollo del pensamiento más cercanas y con características similares; tal vez los cinco ciclos tengan más lógica que los existentes pero, creo, a diferencia de lo manifestado por varios funcionarios de la Secretaría de Educación, que no sólo se requieren cambios de contenidos,  metodologías, tipos de evaluación, sino que se requieren cambios más profundos que conllevarían la modificación de la ley general, por ejemplo, en las áreas obligatorias: en el primer ciclo deberían ser máximo cuatro que integren la adquisición de los primeros conocimientos relacionados con la formación de los lenguajes orales, escritos, matemáticos y su relación con el mundo social y natural; en el ciclo dos se pueden ampliar un poco más y en los siguientes se debe aumentar gradualmente la especialización del conocimiento, el ciclo tres es de vital importancia pues la ruptura que hoy se da al pasar de la Básica Primaria a la Básica secundaria es mortal, los niños y niñas pasan de un mundo donde la relación es personal con su profesor(a) papá(mamá) a un mundo donde cada área o asignatura es separada, sin relación personal docente – estudiante, donde se fracciona el conocimiento en mil pedazos sin mostrar la relación entre unos con otros; de uno, dos, tres o cuatro docentes se pasa a doce o más donde para cada quien su asignatura es la más importante y el estudiante debe responder a todos por igual y al final viene la gran mortandad académica y se le echa la culpa  a los docentes de primaria por la mala formación de los estudiantes. Creo que los niños de 5º, 6º y 7º están en un ciclo de edades y desarrollo similares y que deberían tener máximo unos seis docentes que impartan formación en áreas integradas y que se dediquen a enseñar en este ciclo, si no hay cambios profundos allí de nada servirá organizar este ciclo. Por lo tanto reitero se requiere modificar la ley general en las áreas, en los ciclos, en los parámetros de docentes, en los parámetros de estudiantes por curso (máximo 25). Los ciclos no se deben imponer así no más, debe haber un proceso de discusión previo y de experimentación antes de generalizarse; es mejor parar un poco en el camino para reflexionar y luego si comenzar su aplicación si de esto nos convencemos y entendemos cómo se va a aplicar.

Aquí surgen muchas inquietudes que tienen los docentes y directivos docentes a los cuales debe responder la administración distrital antes de arrancar con su aplicación: ¿Se impone la promoción automática en varios grados?, ¿se pierde el ciclo o el último grado del ciclo cuando no se logra el aprendizaje necesario dentro del ciclo?, ¿qué pasa con los grados de jardín y prejardín?, ¿no es conveniente que docentes de preescolar continúen con los grados primero y segundo?, ¿si lo hacen, qué ocurre con el sobresueldo que tienen?, ¿cómo se manejan las dimensiones y las áreas de acuerdo a la ley en el ciclo uno?, ¿si en el ciclo dos se trabaja por proyectos qué pasa con las áreas?, ¿en el ciclo tres no sería necesario trabajar con docentes de primaria y secundaria y los parámetros cómo serían?, ¿se requeriría estar de sede en sede cuando está separada la primaria del bachillerato?, ¿sería necesario estar en jornada global donde funciona la primaria en una jornada y la secundaria en la contraria?, ¿sólo se modifican contenidos y programas o formas de trabajo pedagógico?, cómo se puede elaborar una propuesta de evaluación integral por ciclos si estos no están claros en su concepción y aplicación?, ¿Existen condiciones para semestralizar el quinto ciclo?, ¿funcionaría la repitencia de asignaturas igual que en la universidad? ¿cómo se organizarían los grupos si la repitencia los modifica semestralmente?

La articulación de la media con la educación superior es otro de los proyectos que merece una discusión profunda porque ya genera malestar entre los maestros por la improvisación en su aplicación, por la sobrecarga de trabajo que está generando, porque las universidades están poniendo a los docentes a elaborar la propuesta de articulación y no llevan una propuesta de acuerdo a los lineamientos que tenga la secretaría, pregunto: ¿la secretaría si tiene claro cómo debe  ser la articulación y ha elaborado una teorización concreta discutida con las universidades contratistas o está sólo en experimentación?, ¿cómo se están seleccionando los colegios que entrarán en articulación?, ¿Se persigue formar técnicos, tecnólogos para que salgan a laborar o dirigentes de los trabajadores para los procesos de cambio que requiere la ciudad y el país?. Sólo menciono algunos de los interrogantes que hay al respecto pero, merece más profundidad. Se debe tener en cuenta que la ADE ya se pronunció en cuanto a que comparte la articulación pero, a partir de un proceso de participación democrática de la comunidad de los colegios que la acojan y con la contratación con las universidades estatales. Por otro lado, creo que la Administración Distrital debe proyectar la construcción de otras sedes de la Universidad Distrital en las localidades de la capital para ampliar las posibilidades de formación universitaria a los bachilleres bogotanos que en su gran mayoría se quedan por fuera de la educación superior.

La evaluación integral se plantea para la reorganización escolar por ciclos y periodos académicos pero, ya manifesté, falta claridad al respecto de esta meta del plan sectorial y si se pretende que los colegios la formulen y diseñen no es posible sin tener definido esto. Es necesario reformar el sistema actual de evaluación basado en el Decreto 230 de 2002 pero, habría que ver si es posible una propuesta distrital diferente a la ya definida a nivel nacional en el Foro Educativo recien concluido. La discusión está en si se vuelve al pasado de libertad en la definición de la promoción de los educandos en los distintos grados o se amplía un poco más el porcentaje de no promoción; creo que debe darse una reforma a la evaluación dando libertad a las instituciones para apliquen la promoción en los diversos grados en forma flexible según el ciclo o nivel y creando estímulos a quienes garanticen menores niveles de repitencia pero sin desmejorar la calidad. Vuelve a ser válido aquí plantear la disminución de los parámetros de estudiantes por curso y el aumento de los parámetros de docentes por curso (por lo menos a 1.2 en primaria, 1.5 en secundaria y 1.7 en la media) teniendo en cuenta que Bogotá a cumplido en cobertura y ley le permite ampliar estos parámetros.

En cuanto a las demás herramientas en desarrollo, al igual que las aquí analizadas, se percibe mucha improvisación en su organización y desarrollo, en el cómo se aplica. Es necesario que se deje el atropello de actividades que se impone a los colegios y que éstas correspondan más con los proyectos de cada uno de ellos.

La intención de estas opiniones es que se mejore para que se obtengan mejores efectos en la comunidad educativa y haya un convencimiento que se está actuando bien y hacia verdaderas transformaciones educativas y aumente la credibilidad en el gobierno del POLO y se pueda avanzar hacia una sociedad más democrática y justa.

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