Estrategias para el
pensamiento crítico
Por:
Fernando
Buen Abad
No hay pensamiento crítico que valga si no comienza por sí
mismo; si no tiene como «primera parada» el rigor de interrogar,
sistemáticamente, sus fines y sus principios, sus herramientas, sus
horizontes y sus limitaciones. El pensamiento crítico que se
auto-exceptúa es exceptuable del todo.
Por más salvoconductos que se invente, el pensamiento crítico
que no echa sus barbas a remojo, que no se tiene a sí mismo como
objeto de estudio permanente, termina siendo coartada dogmática
idéntica a las que nos han hartado a lo largo de la historia. Por
más ingeniosos que sean sus personeros de moda, agazapados en el
burocratismo, en las farándulas, en las máquinas de guerra
ideológica, en las iglesias o en los santuarios de fake news…
por más «críticos» que parezcan, si no pasan por sí mismos son
sospechosos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario